Marco Scaglione
Estudié en el instituto Hotelero de Montecatini, que me proveyó las competencias básicas para conseguir a mirar adelante: a la experimentación y al ahondamiento. Así, después del diploma en el 2001, he decidido de concentrarme en la cocina ligada a las intolerancias alimentares. He escuchado las impresiones de la gente sobre este mundo gluten-free, que al inicio de los años 2000 parecía redoblado en si mismo, justamente atento a la medicina, pero demasiado lejos de los deseos de quien se sienta a la mesa no para saciarse, sino para nutrirse adecuadamente y deleitarse con buenos sabores.
Tiempo: 1 ora e 30 minuti
Dificultades: media
Características:
La tarta de queso es uno de los postres más famosos y apreciados del mundo.
Hay innumerables variantes, pero todas tienen en común una base elaborada con galletas secas desmenuzadas y mantequilla, un relleno de queso crema y un topping a elegir que varía entre cremas y frutas.
Notas históricas:
La primera tarta de queso que recordamos fue la que se sirvió a los atletas durante los Juegos Olímpicos celebrados en la antigua Grecia. De hecho, en el siglo VIII a.C., según nos cuenta Calímaco, hubo un tal Egimio, que se había divertido escribiendo un texto enteramente dedicado al arte de hacer tartas de queso, los antepasados de la tarta de queso.
Notas:
La versión más famosa hoy en día, la de base crujiente y queso crema, es fruto de la creatividad y probable error de un productor lácteo estadounidense, James L. Kraft quien en 1872 quiso intentar reproducir el famoso queso francés Neufchatel. El experimento en sí fracasó, pero en el intento se descubrió una receta que fue registrada como Filadelfia y es la base de la tarta de queso moderna.
Ingredientes para 4 personas
Ingredientes para la masa quebrada
400 g Mezcla especial para tartas y galletas Molino della Giovanna
200 g de mantequilla
150 g de azúcar granulada
2 huevos enteros
1 yema de huevo
la cáscara rallada de una naranja orgánica
una pizca de bicarbonato
1 g de sal fina
Para el relleno
Se permiten 200 g de queso crema
100 g de mascarpone
100 g de azúcar
Se permiten 50 g de harina de arroz
3 huevos enteros
80 g de nata fresca
la cáscara rallada de un limón
1 baya de vaglia burbon
Para la crema de chocolate
300 g de chocolate negro 64% permitido
200 g de nata fresca
20 g de grappa
1 naranja rallada
una pizca de nuez moscada
200 g de fresas
6 hojas de menta
Procedimiento para elaborar la masa quebrada
Colocar en un bol o en una batidora la mantequilla fría (o margarina) con el azúcar y trabajar rápidamente con el brazo de hoja, agregar la harina de arroz y la goma guar, la ralladura de naranja o limón, la sal, la levadura y trabajar todo muy enérgicamente.
Para completar la masa quebrada, añadir los huevos poco a poco hasta que todos los líquidos se absorban bien.
Proceso de enfriamiento
Una vez lista la masa quebrada, formamos un rectángulo de 6-8 mm de grosor, lo envolvemos en film transparente y lo llevamos al frigorífico durante al menos 2 horas (idealmente 24 horas), la mantequilla debe volver a estar plástica.
Una vez reposada la masa, cubrimos la base de un molde desmontable de 18 cm de diámetro forrado con papel de horno con la masa y compactamos todo bien, luego dejamos reposar en la nevera.
Colocar en un bol las yemas de huevo, el azúcar, la pulpa de vainilla, la ralladura de limón y mezclar todo bien con un batidor de mano hasta que esté todo transparente.
Añadimos el queso crema, el mascarpone, la harina de arroz y seguimos mezclando bien, mientras tanto con unas varillas eléctricas montamos la nata fresca, aparte con una pizca de sal montamos las claras de huevo.
Añade la crema a la mezcla de quesos y mezcla con ayuda de una espátula, agrega nuevamente las claras batidas a punto de nieve con ayuda de una espátula de pocas en pocas cuidando de no desinflarlas.
Sacar la base del frigorífico y verter toda la mezcla sobre la superficie, nivelarla lo máximo posible y luego introducir en el horno precalentado a 160°C y cocinar durante 45 minutos. Deje que la tarta de queso se enfríe antes de desmoldarla y luego déjela reposar en el frigorífico durante 1 hora.
Mientras tanto coge un cazo y pon a calentar la nata junto con la ralladura de una naranja y una pizca de nuez moscada, no debe llegar a hervir todo, pasados unos minutos retira la nata del fuego y añade el chocolate, mezcla todo bien con una cuchara hasta que esté todo bien derretido.
Vierte la crema de chocolate sobre la tarta de queso y vuelve a meterla en el frigorífico para que repose unos 20 minutos.
Corta las fresas en cubitos pequeños y cuando el chocolate esté completamente frío, viértelo sobre la parte central del bizcocho.
En este punto servir con unas hojas de menta.