Marco Scaglione
Estudié en el instituto Hotelero de Montecatini, que me proveyó las competencias básicas para conseguir a mirar adelante: a la experimentación y al ahondamiento. Así, después del diploma en el 2001, he decidido de concentrarme en la cocina ligada a las intolerancias alimentares. He escuchado las impresiones de la gente sobre este mundo gluten-free, que al inicio de los años 2000 parecía redoblado en si mismo, justamente atento a la medicina, pero demasiado lejos de los deseos de quien se sienta a la mesa no para saciarse, sino para nutrirse adecuadamente y deleitarse con buenos sabores.
La enfermedad celíaca no tiene más cura que el cambio de dieta. Una vez que el gluten se elimina de la dieta, las inflamaciones del intestino delgado cesarán en unas semanas.
Debido al daño en el intestino causado por el gluten, incluso la digestión de alimentos que no lo contienen puede causar dolor abdominal y diarrea. Por ejemplo, algunas personas que padecen celiaquía no toleran el azúcar contenido en la leche (lactosa) que se encuentra en los productos lácteos, lo que se denomina intolerancia a la lactosa.